Conque \’Alita\’ veremos todo tipo de mutilaciones cibernéticas. Se cortan piernas, brazos y cabezas. Pero la ausencia de gore, de sangre y vísceras derramadas, convierte el cruento espectáculo en algo de manera perfecta visible por un joven. La violencia desmedida del manga, sin claudicar, se ha domesticado.
Pero la nitidez de cada escena es siempre perfecta. Hay otros muchos cambios que configuran la \’Alita\’ de Rodríguez y Cameron. Cameron, que ha trabajado en este proyecto más de una década, toma elementos de los primeros 4 volúmenes y los remezcla a su antojo. Por servirnos de un ejemplo, el Motorball, un despiadado deporte a lo Rollerball que le da al largometraje su mejor secuencia. O el Makaku, el primer gran villano al que se enfrenta Alita, se convierte aquí en Grewishka, un ciborg a las órdenes de Nova, un misterioso personaje al que interpreta Edward Norton sin decir una palabra.
Pero es un nuevo hito que avanza desde las impresionantes cotas conseguidas por Avatar. Aquí no hay epidermis azul, ojos amarillos y orejas grandes en las que resguardarse para que la carne digital parezca mucho más real. Alita, de cuello para arriba, es alguien muy parecida a una humana. Vamos a viajar, entre fotogramas y viñetas, un poco por este cuento de una Alicia en un retorcido País de las Maravillas que es, al mismo tiempo, fábula de empoderamiento y mayestático ejercicio ciberpunk.
Si Disfrutas Esta Película, Te Aconsejamos:
El oscarizado Mahershala Ali tiene poco que llevar a cabo; pero todo lo que hace, lo hace bien. Y, por supuesto, Rosa Salazar está colosal en su interpretación motion-capture de \’Alita\’. A la altura de un Gollum, un King Kong o un Cesar de Andy Serkis. Ángel de combate\’ pertenece a este segundo conjunto; y me sorprende (para bien) la seguridad y clasicismo que destilan sus imágenes. Rodríguez siempre y en todo momento ha sido brillante, pero desordenado, capaz de agrupar lo destacado y lo malo sin que pareciera importarle mucho la diferencia entre los dos.
Pero, como observaremos, todos y cada uno de los individuos son más que el mero engranaje que juegan en la trama. Tienen vida; por el hecho de que el reparto al terminado hace un trabajo sublime. Es verdad que la película fuerza, más que nada en el arranque de la trama, muchos momentos de emociones en hipérbole para que empaticemos con el personaje.
Detalles Del Producto
Otros hechos suceden exactamente igual. Por poner un ejemplo, el combate de Alita en el bar favorito de los mercenarios con los que comparte profesión. Y hay muchas, muchas cosas completamente nuevas. La más fundamental es la trama secundaria que liga a Alita Keean con Hugo, un muchacho latino de estética muy Robert Rodríguez que no ya no es el arquetipo del chaval malo de la moto y la chupa de cuero con buen corazón.
Comenzamos con todo lo que han cambiado Rodríguez y Cameron del original de Kishiro. Pero todos los cambios tienen sentido. Si bien queda por ver si entra en los planes de Bob Iger, que regresó como asesor delagado de la empresa del ratón hace unas semanas. Ayuda mucho asimismo lo bien arropada que está Alita por el resto de actores. Cristopher Waltz está tremendo como Ido; su mujer, la bellísima Jennifer Connelly, del mismo modo soberbia.
Alita sitúa a los espectadores en el siglo 26, en una historia protagonizada por una ciborg llamada Alita , quien es rescatada y reparada por el Doctor Dyson Ido. Alita próximamente descubrirá que su padre adoptivo es un cazarrecompensas, y se unirá a él con el objetivo de estudiar sobre su pasado perdido y el brutal y descarnado mundo que le rodea. La acción de \’Alita\’ se mide en desmembramientos. El cuerpo en el transhumanismo por el momento no es una expresión del yo, sino más bien un atrezo variable del mismo modo que la ropa. En verdad, en el manga original, Alita llegaba a vestir 11 anatomías a lo largo de los múltiples volúmenes de la trama.
Título Original: Alita: Battle Angel
Exagera lloros, risas, timideces y euforias para hacer creíble y inolvidable a Alita. Pero la interpretación es tan buena y el sostén narrativo tan firme que nos lo suponemos. ¿Es perfecta la representación visual de \’Alita\’? ¿No hay ahora ningún momento que rechine en este personaje digital para creérnoslo como real?
Un cibermédico —Daisuke Ido en el original, Dyson Ido en la versión fílmica— recorre un vertedero de cuerpos robóticos y halla los restos de una ciborg con amnesia. La lleva a casa, la reconstruye y mantiene una tensa pero íntima relación con ella. Creo que una parte del inconveniente es que Cameron ha demostrado ser hasta hoy un cineasta revolucionario y un productor mediocre. Hay un concepto, que Spielberg trabaja como absolutamente nadie, popular como geografía del espacio cinematográfico. Esencialmente significa saber dónde nos encontramos en todo momento; la claridad de lectura de las acciones que se suceden en pantalla.
La Secuela De \’alita: Ángel De Combate\’ Sigue En Los Proyectos De James Cameron
Simplemente, si uno tiene gusto, se tienen la posibilidad de realizar cosas inviábles en plató en el momento en que la cámara no es más que un movimiento simulado en una renderización; pero claro, hay que tener ese gusto. La secuencia del combate de Motorball es del nivel de ese apoteósico final de \’Speed Racer\’ o de la primera prueba motorizada de \’Ready Player One\’. Hay una fórmula para los travellings en una escena de acción que suele ofrecer desenlaces geniales. Comprender cuál es el flujo del movimiento y amoldar los movimientos de cámara a él.
Fundamentada En El Popular Manga
No estamos aún en el punto de no poder distinguir en un primer plano a unos de otros. Pero sí estamos en el punto de emocionarnos y empatizar con el CGI como empatizamos con un actor. Como fabuló la magnífica \’The Congress\’ de Ari Folman, que estemos ahí abre inquietantes opciones para el futuro. Tenemos la posibilidad de hacer seres capaces virtuales que emocionan con sus miradas y anhelos, con sus sonrisas y lágrimas.